Me llamo Carolina McLeod. Nací en Buenos Aires bajo el signo de Virgo, lo que probablemente explica por qué soy visualista, detallista… y sí, un poquito obsesiva a la hora de escribir (y corregir… y volver a corregir).
Mi gran pasión es transformar las palabras en emociones, construir historias que nos hagan viajar en el tiempo, respirar otro aire y tal vez... enamorarnos un poquito.
Amo la mitología nórdica, las novelas históricas, y admiro profundamente a las grandes escritoras clásicas del género, esas que nos enseñaron que un vestido empolvado puede ocultar una historia de fuego.
Soy fanática de los animales (especialmente si son rescatados y peludos), del mar en todas sus versiones, y de las tardes en las que hay más páginas que horas, má
Me llamo Michèle Rodríguez. Nací en Ghardaïa, Argelia, el veintiséis de octubre de mil novecientos cincuenta y nueve. Tres años más tarde, Argelia proclamaba su independencia y mis padres tuvieron que regresar a Francia.
Me crié en un pequeño pueblo cerca de Caen (Normandía), donde pasé mi infancia y donde cursé mis estudios. En la Universidad de Caen, me licencié en LVA (Inglés y Español) y en lengua española. En los años ochenta, dejé Francia para Barcelona, con intención de pasar un año en el extranjero para practicar el español, pero no regresé. Decidí quedarme en España definitivamente.
Empecé a escribir a los catorce años y mi primera pasión fue la poesía. Al establecerme en España, seguí escribiendo en francés durante un tiempo, y gané
¡Hola! Soy MariaL Pardos, aragonesa de nacimiento y de corazón. Mi relación con la lectura viene de lejos, de cuando en mi casa los Reyes Magos se empeñaban en traer una caja de cómics en lugar de muñecas y trastos varios. Crecí en un pueblo, un campo de aventuras sin igual para una mente inquieta, y siempre estaba viajando en diligencia y disparando a los malos, o montando en bicicleta explorando nuevos mundos. Desde que tengo memoria, he inventado mis propias historias, esas que cambian el color a la vida y la convierten en algo sublime, memorable, que todos los que tenemos el alma aventurera queremos experimentar. Hace unos años probé a poner una de mis «películas mentales» por escrito y me lo pasé tan bien que aún no he parado. Soñar av
En los idus de marzo de 1996 mi cuerpo se dio al mundo y mi alma atemporal empezó a entretejerse con las esencias y los sentimientos. Mis pies han andado en el paraíso común, para luego asentarse en uno propio. La tinta me recorre las venas y sangro microrrelatos, poesías y novelas.
Karla Doll, es el seudónimo bajo el que escribe una paraguaya apasionada de la lectura y escritura desde niña. Nació en Asunción, Paraguay; pero por azares del destino y por el amor, reside en tierras mexicanas desde hace más de quince años. Está casada y tiene un hijo pequeño. Estudió la carrera de Economía, tiene una Maestría en Administración de Negocios Internacionales y otros cursos de posgrado. Escribe desde niña, pequeños cuentos y cartas que todavía guarda su madre. Durante muchos años ha tenido la inquietud de publicar las historias que ya tenía escritas o inconclusas, pero siempre sentía que no era el momento oportuno o la vida la ha llevado por otros derroteros; hasta ahora, como homenaje a su padre y hermana mayor que la cuidan
Javier Alonso Fraile es simplemente alguien que ama disfrutar y contar historias, su interés por la literatura, el cine o los videojuegos junto con su alma creativa le llevan a crear obras de ficción con la esperanza y el deseo de que la gente disfrute con ellas.
Nació en Algeciras (Cádiz) en 1992. Estudió derecho en su ciudad y terminó sus estudios en 2017. Desde pequeña tuvo una gran afición por la escritura y la arqueología. En particular, lo que más le llama la atención es la cultura clásica de las grandes civilizaciones de la antigua Roma y Grecia. Aunque no dedicó sus estudios a esta rama, al cumplir la mayoría de edad, participó en varios yacimientos arqueológicos como voluntaria. Esta experiencia le ha llevado a plasmar en su obra “la reliquia encantada” una ambientación similar a la de la antigua Grecia, incluyendo, además, elementos de fantasía, como seres extraños y objetos mágicos. Desde su infancia ya desarrollaba historias de fantasía y terror. Aventuras que han dado lugar a varios rel
